sábado, noviembre 15, 2003

The american dream

Creo que las múltiples entromisiones de EU en la política mexicana seguirán todavía un buen rato. En realidad lo que determina nuestro tercermundismo, a mi modo de ver, es nuestra propia mentalidad, que desde luego, está arraigada en una historia de casi 500 años de derrotas. Hemos tenidos victorias, pero casi todas pírricas o apenas para sobrevivir, pero no para crecer.

A propósito de lo que digo, queda muy bien lo que dice Gabino Palomares en "La maldición de malinche". Ahí se las dejo... ¿ustedes cómo ven? (Al final les pongo una pintura de la Malinche con Cortés, pero no sé quién la pintó, quizá alguno de ustedes lo sepa)

Del mar los vieron llegar
mis hermanos emplumados
eran los hombres barbados
de la profecía esperada.

Se oyó la voz del monarca
de que el Dios había llegado
y les abrimos la puerta
por temor a lo ignorado.

Iban montados en bestias
como demonios del mal
iban con fuego en las manos
y cubiertos de metal.

Sólo el valor de unos cuántos
les opuso resistencia
y al mirar correr la sangre
se llenaron de vergüenza.

Porque los dioses ni comen,
ni gozan con lo robado
y cuando nos dimos cuenta
ya todo estaba acabado.

En ese error entregamos
la grandeza del pasado
y en ese error nos quedamos
trescientos años esclavos.

Se nos quedó el maleficio
de brindar al extranjero
nuestra fe, nuestra cultura
nuestro pan, nuestro dinero.

Y les seguimos cambiando
oro por cuentas de vidrio
y damos nuestra riqueza
por sus espejos con brillo.

Hoy en pleno siglo XX
nos siguen llegando rubios
y les abrimos la casa
y los llamamos amigos.

Pero si llega cansado
un indio de andar la sierra
lo humillamos y lo vemos
como extraño por su tierra.

Tú, hipócrita que te muestras
humilde ante el extranjero
pero te vuelves soberbio
con tus hermanos del pueblo.

¡Oh, Maldición de Malinche!
¡Enfermedad del presente!
¿Cuándo dejarás mi tierra?
¿Cuándo harás libre a mi gente?

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