El dilema del software libre

La libre circulación de software que originalmente tiene un copyrigth, es un sueño para muchas personas que necesitan de programas que frecuentemente alcanzan precios estratosféricos.

Afortunadamente existen organizaciones como La Fundación para el Software Libre, quien a través de otros medios para obtener ganancias (tales como patrocinadores) ofrece software gratis a todo usuario de la red, y no sólo para usarlo sino para modificarlo y entenderlo a la perfecci?n.

La lectura nos habla de exageraciones por parte de los autores de dichos programas, y es cierto, las pérdidas que les pueden ocasionar las copias "piratas" que hacemos muchos por necesidad, son mínimas a comparación de sus enormes ganancias.

Sin embargo, una filosofía de esta fundación es la cooperación para la utilización de los programas, sin embargo muchos "usuarios" en la misma tarea de reproducir programas de cómputo, terminan lucrando con las personas que no pueden comprar un disco compacto que llega a costar 8 mil pesos o más.

El precio de éstos llega a ser elevadísimo mas que por su contenido, por los trámites de aduanas y derehos de autor, por lo que el usuario prefiere conseguirlo m?s barato sin dejar de aportar una cantidad de dinero por su uso.

No hay que irse más lejos, s?lo basta dar una vuelta por la Plaza de la Computación y observar como a cada metro se vende todo tipo de software por personas que lo último que quieren es proporcionar sus discos por nada a cambio.

Talvez si los grandes mounstros de la computación dejaran a un lado su avaricia, y bajaran los costos de sus productos, se podría llegar a un acuerdo con la gente, que pagando mucho menos por un CD original (que de lo que ahora pagan) dejaran a un lado copias que muchas veces resultan de pésima calidad y las empresas obtendrían su tan utópico sueño de vender más los CD´s originales.

El software original es una excelente opción, eso no lo rebato, sin embargo creando un equilibrio entre lo libre y algunas normas para adquirir el copyrigth, se podría llegar a una situación más armónica entre la distribución de programas y el uso que le dan las personas.